La actitud en la vida es algo básico para avanzar por el buen camino o para llevarnos de cabeza al fracaso. Tanto en nuestra vida personal como profesional debemos presentar una actitud positiva, equilibrada y consecuente.

La propia palabra lo dice, actitud, nuestro modo de actuar, nuestro comportamiento ante los problemas, ante las personas? Es tan importante que definirá y marcará nuestra personalidad y más importante aún, el resto de personas de nuestro entorno nos juzgarán en base a la actitud que les demostremos, Por eso esencial cuidar las formas, saber estar y saber actuar en consecuencia en cada momento.

¿Cómo sé que mi actitud es la adecuada para afrontar un proyecto profesional propio?

Analiza y compara tu actitud con los siguientes puntos expuestos:

La predisposición y la colaboración.

Son la base para tener un perfil freelance adecuado. Tanto si te dedicas 100% a una actividad profesional como si lo compaginas con otro empleo, debes estar dispuesto a colaborar y poner facilidades al resto de personas que entran a formar parte de un proyecto.

Implicación y pasión. Esto como en todas las facetas de la vida es algo que tenemos que sentir, si vas a emprender es porque realmente ese proyecto se va a convertir en tu mundo, en tu día a día. Al principio tendrás que sacrificar algunos momentos de ocio a cambio de dar vida a tu gran proyecto. No te agobies, pasará el tiempo y volverás a respirar hondo, pero al principio tienes que dejarte llevar por esa pasión si lo que quieres es un final feliz.